El COVID-19 generó una fuerte incertidumbre social, política y económica que generó algunos cambios en la cooperación internacional. La crisis produjo escasez en los recursos de muchos donantes haciendo que los procesos de asignación de fondos fueran suspendidos indefinidamente, pero al mismo tiempo despertó la solidaridad de muchos otros, entre ellos aquellos que no acostumbraban a tener convocatorias públicas o de alcance global. Durante el 2020 se registraron 1056 donantes nuevos en Innpactia, de los cuales el 44% publicaron alguna convocatoria relacionada con el COVID-19.
Para dar respuesta a la crisis, en 2020 hubo un total de 1.843.773.326 USD disponibles en 938 convocatorias provenientes de 470 donantes, de los cuales el 22% ya contaban con un historial de oportunidades en Innpactia desde años anteriores. La ayuda no sólo fue a través de la asignación de recursos económicos, sino también se destacaron los apoyos en especie como, por ejemplo, el acceso gratuito a diferentes plataformas tecnológicas para subsanar el impacto que tuvo el cambio repentino al teletrabajo.
Así mismo, el 54% de las oportunidades fueron destinadas a un país específico de América Latina, empujadas por los propios gobiernos, debido a la creciente necesidad de llevar a cabo soluciones a nivel nacional y local, destinando la ayuda a sectores específicos de vital importancia para hacer frente a la pandemia y promover la reactivación económica. Esto generó un alto financiamiento en ODS como el 8 (trabajo decente y crecimiento económico), 11 (ciudades y comunidades sostenibles) y 3 (salud y bienestar), cuyo monto provino principalmente de entidades nacionales, como Bancóldex (Colombia) o la Secretaría de Cultura de México.
En contraste con los 103 donantes que ya se encontraban registrados en nuestra plataforma (para el año 2019), se puede destacar:
En 2019 la mayor cantidad de recursos fueron destinados a convocatorias de carácter global, mientras que en el 2020 financiaron principalmente iniciativas que tuvieron un impacto en países específicos de América Latina.
En los dos años, el ODS 3 estuvo entre los tres Objetivos más financiados. En el 2019 las oportunidades estuvieron enfocadas a diferentes temas del ámbito de la salud, como investigaciones sobre cáncer, tuberculosis, Alzheimer, entre otros. En cambio, en el 2020 hubo un notable interés en propuestas relacionadas con dar respuesta a los impactos del virus, la elaboración de insumos que mejoraran el diagnóstico y prevención, promover la creación de la vacuna y combatir la desinformación.
Otro de los ODS mayormente financiados en el 2019 fueron el ODS 2 (Hambre cero) y el 9 (Industria, innovación e infraestructura), los cuales fueron reemplazados por el ODS 8 y 11 a raíz de la pandemia.
En los dos años hubo interés en temas relacionados con el ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas), aunque en el 2020 el financiamiento destinado a este disminuyó en comparación con el año anterior.
El año 2021 presenta un nuevo desafío y grandes incógnitas pues continúa la crisis causada por el COVID-19 pero los países poco a poco se han ido adaptando a ella, si quieres continuar enterado de la evolución de las tendencias, continúa leyendo nuestros artículos donde te presentaremos análisis detallados y estratégicos que te permitirán comprender el nuevo panorama e informarte sobre los temas más relevantes del sector.
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